Género y diversidad: el desafío de cambiar la lógica de las instituciones
Las docentes e integrantes del Comité Interdisciplinario de Estudios de Género Luciana Arauz y Fernanda Miguel analizaron la aplicación de herramientas para prevenir situaciones de violencia en el ámbito académico-institucional.
09-06-2022
El 10 de enero de 2019 se promulgó en nuestro país la Ley Micaela (No.27499). Se trata de una iniciativa que establece la capacitación obligatoria en género para todas las personas que se desempeñan en la función pública. Las universidades adhirieron a esta propuesta y emprendieron la formación en esta temática de autoridades, docentes, no-docentes, graduados y estudiantes. Para una de las promotoras de estas acciones en la UNTREF, Fernanda Miguel, "se trata de cambiar la lógica de las instituciones y de que la comunidad universitaria se pregunte por qué hace lo que hace".
Bajo la organización del Comité Interdisciplinario contra las Violencias de Género, esta serie de capacitaciones se enmarca dentro de una batería de herramientas que tiene la Universidad para contrarrestar situaciones de discriminación, violencia y maltrato psicológico, simbólico o físico que sufren los miembros de los diferentes espacios que integran la institución. Con el objetivo de adquirir instrumentos para combatir la violencia de género y discutir la base del sistema sexogenérico para pensar políticas que construyan una Universidad más igualitaria, las capacitaciones que se iniciaron en 2020 abarcaron todos los claustros para pasar en 2021 a enfocarse en situaciones más específicas. "En 2021 capacitamos a integrantes del Departamento de Salud y Seguridad Social, entendiendo la importancia de asumir la perspectiva de género en la atención sanitaria", precisó Miguel.
"Se trató de encarar los encuentros enfocándonos en la especificidad de los departamentos y de las carreras que están incluidas en ellos. Por este motivo, quisimos abarcar cuestiones que se vinculen exclusivamente con estas áreas y acotar la temática al grado de acción de las mismas", manifestó la especialista entrevistada. Miembro del Comité, Fernanda Miguel aclaró que entre las tareas principales de este espacio se encuentran la atención, la recepción de consultas y denuncias sobre discriminación y violencia y salud sexual y reproductiva, el seguimiento de los casos, la generación de formación estadística y actividades de sensibilización. En 2018, además, la UNTREF lanzó su Protocolo Institucional contra la Violencia de Género, siendo éste un documento que incluye acciones pero que, a su vez, intenta generar una pedagogía.
Para la docente en Políticas Sociales e integrante de la Red Interdisciplinaria de Estudios de Género Luciana Arauz, el Protocolo nació como una demanda vinculada con la necesidad institucional de contar con una herramienta específica que pueda aplicarse a partir de ciertas situaciones. "Creemos que a aquellos que sufren violencia tanto simbólica como física en el ámbito universitario o a quienes corren el riesgo de padecerlas les da tranquilidad saber que la Universidad los escucha, está al tanto de sus problemáticas y emprende acciones para solucionarlas", dijo Arauz.
La experta en género consideró que la mayoría de las denuncias que reciben tienen que ver con la reproducción de estereotipos por parte de docentes, con formas de llamar a las alumnas mujeres que difiere de la modalidad con la que se refieren a los estudiantes varones, las felicitaciones en exceso por parte de los docentes hacia las mujeres y una serie de actitudes que entran dentro de la llamada violencia simbólica o psicológica. "Son actitudes que generan incomodidad y está bueno que las alumnas sepan que tienen un espacio para manifestarse. Todo aquello que le haga ruido o que les resulte incómodo puede ser expresado, obviamente, en forma anónima", comentó Arauz.
Finalmente, tanto Arauz como Miguel coincidieron en que, con el correr del tiempo, las conquistas que intentan erradicar definitivamente las situaciones de violencia de género se van a ir acrecentando. "No es algo que suceda de un día para el otro, es un proceso", remarcó Miguel.
Vale aclarar que la UNTREF forma parte de la Red Universitaria de Género (RUGE) del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). En este sentido, las especialistas valoraron el permanente contacto con otras instituciones y sostuvieron que dicha conexión es útil a la hora de encarar nuevas medidas y buscar soluciones a los problemas más urgentes.
"En estos últimos años, avanzamos mucho en estas cuestiones. Es importante destacar que en nuestra Universidad todos los estudiantes tienen derecho a inscribirse con su identidad autopercibida aunque no tengan hecho el cambio de DNI. Además, se avanzó en los referente a las licencias, siendo la UNTREF una institución que otorga licencia por violencia basada en el género a sus empleados", concluyó Arauz.